martes, 1 de noviembre de 2011

La luna diosa del amor y la locura.

Rápido subes, rápido bajas y en medio de tanta locura tu silueta me enloquece.
Rápidas miradas, fugaces caricias, me siento admirada.
Grandes tus manos, pequeño tu tiempo, añoro tus días.
Arriba, abajo, te siento, te quiero.
Búscame, encuentrame, hablame, siénteme.
Torturame, regálame, ayúdame.
Pero sobretodo silenciame.

viernes, 17 de junio de 2011

Ausencia.

Por más que lo pienso nunca podré entender que la ausencia de un solo ser pueda vaciar tu mundo de sentido y contenido, ¡Con la de personas que hay en este mundo!

lunes, 13 de junio de 2011

El lado de la almohada

Suena una música en mis oídos, no sé muy bien qué canción tarareas a la vez, mis sentidos se confunden, no sé si es el sueño el que me transforma los sentidos o es la inconsciencia del momento.
Tu voz suena dulce y sensible y acompaña a tus manos con unas caricias sobre mi pecho, mis pezones se erizan al compás de tu ritmo.
Notas mi piel húmeda del calor de la estancia, estancado el aire, noto el calor de tu boca en mi cuello, mis manos yacen en la cama, mis piernas se cruzan con tu cuerpo, un cuerpo esbelto y también húmedo, ardiente, fuerte.
Me pierdo en ti, me gusta hacerlo y no encontrarme después, sentir que todavía estás aquí en tu lado de la almohada, tu lado, mi lado. Esto que es nuestro nido, nuestro momento.

sábado, 14 de mayo de 2011

La búsqueda.

Dicen que te vi primero y te observé después, dicen que te hablé suave y te mimé.
Dicen que llovía mucho y que después salió el sol.
Y ahora busco tu ropa, tu cuerpo, tus palabras y lejos parecen estar.
Dicen que desde ese día no volví a recordar.
Y si yo me perdí, espero que me busques.
O es que te espero, o es que me esperas.
Pero así no nos encontramos.

domingo, 8 de mayo de 2011

La noche.



Y esta noche ya hace calor, me dejo la ropa para que me la quites tu. Duermo sin dormir, te espero.
Pierdo el estado del tiempo, quizá ya me he dormido. Oigo la puerta, unos pasos, el ruido de unas llaves sobre la mesa y sonrío.
No enciendes la luz para no despertarme, creo que estas desvistiéndote por los sonidos que me llegan. Ahora siento tu cuerpo acercándose al mio, tu cuerpo caliente. Estas desnudo porque noto tu erecto pene a través de la sábana que ha quedado en medio de los dos. Y tu mano deslizarse bajo mi ropa, con la suavidad que sueles hacerlo me quitas la ropa, ya sabía que lo harías.
Me lames el cuello, me excito dormida, no sé si es un sueño pero me gusta y no quiero pensar.
Me has dado lentamente la vuelta para seguir tocándome, acariciándome y lamiéndome, ya estoy húmeda, no dejes de tocarme, me gusta seguir tu ritmo moviéndome a tu son, como siempre. No dejas que te toque, quieres hacerme disfrutar sólo a mi así que me doy a ti.
Ya no sé donde estoy, mi cabeza hace tiempo que dejó de saberlo, oigo mis propios gemidos mezclándose con el rítmico sonido del reloj, es lo único que me sitúa en el tiempo.
Ya no estoy segura de si es tu mano o tu pene el que juega con mi sexo, ya no sé si estoy despierta o dormida pero sigue y no pares.

sábado, 7 de mayo de 2011

No cierres la puerta.


No hace falta que cierres la puerta al irte, dejándola abierta das oportunidades a quién quiera pasar. Me gusta que me miren, que me mires.
Estoy tumbada en esta gran cama, pienso dejar que los rayos del sol me arañen la piel y la tornen del color tostado que te gusta.
Y ahora en esta duermevela deslizo mi mano debajo de la sábana imaginando que me espían, me excita pensar que me miran, que me miras.
Mis dedos juguetean un rato humedeciéndose, hago círculos lentos, noto más humedad y con ella jugueteo, pero tú sólo imaginas porque la sábana no deja ver, me gusta que imagines, no enseñar, te excita mucho más, lo sé.
Ya basta, bajo la sábana hasta los muslos dejando al descubierto mi sexo mojado, uno de mis dedos juguetea con mi clítoris, mi cabeza se ha volcado hacia atrás, mi pelo cae por la cama, te imagino mirando y no quiero parar.
Mis piernas abiertas, mi mano en mi sexo, mis dedos jugando, dejo salir un gemido, introduzco los dedos, me miras, te miro, te gusta, me gusta, sigo, sigo, sigo, cierro los ojos y noto como tu boca aparta mis dedos, abro los ojos, nos miramos, sigues, sigues, sigues y me dejo ir.

viernes, 6 de mayo de 2011

Anoche mientras dormías.



De pronto la luz entra en la sala, esta sala desierta, acostumbrada al eco de estas paredes y al vacío, este vacío sin sombras. Estoy perdida en este silencio contemplando las nubes pasar por la ventana.
Pienso en tus manos acariciándome y en tu pelo casi rasurado cosquilleándome la nuca, en tu boca paseando mi cuerpo y mi boca.
Anoche mientras dormías te imaginé rodeándome a la luz del sol delante de todos los demás y me gustó el sentimiento, pero desperté.